EL BLOG
Alfredo García logró alcanzar un Barberillo digno de verse, viváz,
flluido, lleno de ductilidad y fuerza en la actuación y en el canto
Der Standart
A 80 kilómetros de Bach
No hay ningún sonido que nos persiga saliendo del estómago invisible de un ascensor porque aún no se han inventado, los raíles de todos los trenes del mundo duermen aún en las entrañas de donde un día serán llamados a la forja y el aire huele a ganado, cebollas y un estiércol que comparte el mismo espacio en donde los hombres se hermanan con las bestias
Mahler en la nieve
La primera nevada que cayó sobre Viena en el año 2003 lo hizo por sorpresa a las 2 de la madrugada en un día que no había sido especialmente frío. Yo andaba a esas horas, como otras noches, deambulando por los pasillos de mi casa, buscando mis zapatillas, escuchando la radio que me llegaba a través del servicio de Telekabel y dedicándome a tirar el tiempo en no hacer nada.
La 10ª sinfonía de Beethoven
La manera en que un solista termina de convencerse, por si le quedaba alguna duda, de que es precisamente eso, un tipo que se queda solo haciendo lo que hace, es abordando la novena sinfonía de Beethoven. Puede que le hayan puesto unas 80 personas de coro que le quedan a unos 15 metros según se tira en línea recta desde una nuca que es mejor no rascarse.
El Retablo de Falla y los dos vientos.
Agárrese a una farola con las dos manos y adopte una postura horizontal de mimo imposible mientras un viento del carajo intenta llevárselo a una gigantesca hoguera que se come el oxígeno de todo lo que hay en cientos de metros alrededor. El mismo oxigeno que les va a faltar a miles de personas que van a morir asfixiadas mientras se refugian en los sótanos de la ciudad.
Cantar para Francaix o mejor me pides un café.
Quien entra en un bar después de haber salido de un funeral o de despedir a un amigo para siempre es seguro que se verá sumergido por la rara sensación de que todos los sonidos que recorren la vida cotidiana, las voces de un televisor o la de una charla desenfadada provienen de un mundo donde todo es ajeno. El dolor reciente siempre hace irreal e inoportuno cualquier síntoma de que hemos llegado a un lunes cualquiera.
Prisionero de Dallapiccola
Hay un tipo encerrado en una mazmorra al que llevan torturando días interminables con la excusa de que no acaba de pensar como aquellos que le administran el sufrimiento. Parece un caso sacado de un periódico o de un informe de Amnistía Internacional, sin embargo la historia que nos cuenta Dallapiccola en esta ópera transcurre en Zaragoza en los tiempos de la inquisición.
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